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viernes, 19 de septiembre de 2008

Fable 2

Avances

Plataforma: Xbox 360
Lanzamiento: 24/10/2008
Género: Acción

En un primer contacto con Fable II, descubrimos que la carencia de expectativas o exacerbada expectación, principal verdugo de la primera entrega, han beneficiado mucho a Lionhead con esta secuela. Microsoft reunió a la prensa especializada en Londres para un primer contacto con el nuevo juego de Peter Molyneux, el cual estuvo presente en las dos horas y media en las que pudimos disfrutar de nuestros primeros pasos por el nuevo mundo de Albion.

El comienzo de la aventura ya supone algunos cambios sustanciales y que prometen mayor profundidad y cuidado. El tutorial que abordará la primera hora por Albion es más complejo y estructurado, explicando con detalle el sistema de exploración, combate y moral. Ésta es un factor clave en la franquicia, pero en esta secuela se ha expandido y cuidado, en Fable II puedes ser quien tú quieras ser, aseguró Molyneux en la más que breve presentación antes de poner las manos sobre los mandos.

La interactuación con los personajes no jugables es esencial y a su vez uno de los elementos más ricos de Fable II. No sólo dependeremos de nuestras acciones, ya que algunas decisiones que tomemos pueden perjudicarnos, aunque nuestras intenciones sean loables. Quizás por salvar a un niño, seamos accidentalmente heridos de por vida, mostrando una cicatriz en el medio de nuestro rostro que produzca repulsión, por lo tanto la aceptación por parte de los demás será menor. Las personalidades matizadas es otra mejoría radical de esta secuela en la vida real, las personas no son malas o buenas, tienen muchos matices. En Fable II no hay un línea divisoria definida entre el bien y el mal, seremos nosotros los que tengamos que dar la cara por nuestros actos y someterlos a juicio.

El personaje inicial de Fable II es radicalmente distinto al de la primera entrega, ya no seremos un joven atormentado por una masacre, sino un simple pordiosero buscavidas, que sobrevive en un gran poblado junto a su hermana. Tras una serie de encargos para conocer los controles y coquetear con las primeras posibilidades, seremos atraídos por una caja de música misteriosa, la cual intentaremos conseguir a toda costa, por culpa del condicionamiento de una misteriosa hechicera. Al finalizar el tutorial, una secuencia de vídeo nos abordará y sobreviviremos con dificultades a un intento de asesinato, lo que creará una elipsis hasta los años de juventud del héroe, donde realmente comienza nuestra aventura.

Pese a que el apartado gráfico conserva el estilo y la línea del original, imitando con éxito el aspecto de las fábulas y las ilustraciones de cuentos de hadas (de hecho, un espectacular back travelling por los lápices del director de arte darán comienzo a nuestra etapa adulta), la evolución es coherente y palpable. Ahora el universo de Albion recibe alguna que otra pincelada del steampunk, una idílica revolución industrial, sin desmerecer ni olvidar la fuerte influencia londinense en la arquitectura y caracterización de personajes.

Obviando aspectos artísticos, el motor del juego es robusto y permite gran número de elementos en pantalla, efectos de partículas y una espectacular luz incipiente que aborda las ciudades y diversas praderas. El trabajo de modelado sigue teniendo ese sello personal tan característico, pero no por ello desmerece en cuanto a expresividad y riqueza; cientos de aldeanos, guerreros o demonios deambularán por Albion, tratándose de unos de los juegos de rol más ricos y cuidados con su entorno, lejos del aspecto genérico y estancado que últimamente predomina en el género.

Algunos elementos que no convencieron en el primer Fable siguen en la secuela, como los caminos guiados y el “efecto pasillo” en los bosques. Esto más que una derrota hay que considerarlo un triunfo, ya que su incursión es tan descaradamente intencionada (incluso tendremos migas de pan para seguir el camino correcto) que puede considerarse un equilibrio para que tanto los jugadores de rol habituales al género como los menos pródigos puedan disfrutar de lo que ofrece Albion por igual.

Uno de los aspectos que más hemos querido enfatizar en la secuela ha sido la interactuación social, la comunidad, como en juegos como en Animal Crossing o Los Sims”. Y es que Fable II puede disfrutarse desde muchos puntos de vista, tanto siguiendo la historia principal como jugando a relacionarse con los diversos habitantes. En conclusión, podremos casarnos, comprar nuestra casa, emplear horas en el interiorismo, relaciones sociales o… matar demonios. La interfaz es atractiva y sencilla, mediante un menú radial seleccionaremos las diferentes posibilidades, que varían desde muecas, efectos de burla o admiración, incluyendo un minijuego que nos premiará si mejoramos nuestra precisión y sincronización. A su vez el juego ofrece un abanico de libertades curiosas y poco habituales, que despertarán una sonrisa a los que tengan sentido del humor y puede generar cierta polémica (tenemos la posibilidad de ser infieles, poder montarnos orgías, contagiarnos enfermedades venéreas por mantener sexo sin protección, etc...).

Quizás el mayor salto en inteligencia artificial de Fable II sea nuestro aliado canino. Como todo buen perro, será un aliado fiel, que nos acompañará prácticamente toda la aventura una vez lo salvemos de un futuro incierto a manos de un desalmado maltratador. Gracias a él encontraremos nuevos tesoros, señalará puntos de interés y nos acompañara a lo largo y ancho de Albion (el propio Molyneux nos aseguró que tan sólo habíamos disfrutado de una mínima parte de lo que su compañía nos ofrecerá) resultando un complemente similar a Navi en Zelda: Ocarina of Time, título hacia el que encontraremos numerosas referencias y guiños consentidos (Molyneux también declaró ser fan de la franquicia y encontrar en ella uno de los mejores ejemplos a seguir en el género).

El combate sigue en la línea de Fable, siendo sencillo e intuitivo, aunque se ha ajustado ligeramente más la dificultad: tanto cubrirse como atacar, necesitará mayor entrega por parte del jugador y conocer a fondo nuestros puntos fuertes y débiles. Avanzando en la aventura, iremos decidiendo qué habilidades nos convienen y cuáles desecharemos ya que, como en la primera entrega, éstas podrán repercutir en nuestro aspecto, carácter o edad; si por ejemplo manejamos armas demasiado pesadas y nos centramos en el cuerpo a cuerpo, tendremos un cuerpo desproporcionadamente musculado, mientras que si abusamos de la magia, nuestro pelo se volverá lacio y blanco. El sistema de experiencia estará administrado por orbes, las cuales recogeremos presionando un gatillo una vez que exterminemos a los enemigos de la zona (sistema adaptado de la saga Onimusha).

El apuntado y disparo con armas a distancia tendrá mayor relevancia. Presionando el botón “Y” dispararemos a enemigos alejados, con ballestas, pequeñas pistolas o trabucos, permitiéndonos mejorar nuestra puntería e incluso adquirir un punto de vista de cámara al hombro (el manido y popular sistema de apuntado de Resident Evil 4 o Extermination).

Otra gran novedad resulta el modo cooperativo, donde en cualquier momento, un amigo con características adaptadas a nuestra partida podrá unirse a explorar y pelear junto a nosotros. Este modo no parece haber tomado un camino correcto al menos en un primer contacto en partida local, ya que al no dividirse en dos la pantalla, la cámara debe enfocar en todo momento a ambos personajes. Esto hace que la exploración siempre deba ser guiada y en ciertos momentos ortopédica y que algunas características (como el apuntado con la cámara al hombro) desaparezcan. Un error de concepto que esperemos logren pulir para su versión final y que estará subsanada por lógica en el modo online.

La producción tiene una factura aún más alta que en el trabajo original, cuidando todos los detalles como la banda sonora (de nuevo inspirada en el trabajo creado por Danny Elfman para el primer Fable) o el doblaje, a múltiples idiomas incluido el castellano, todos ellos por encima de la media. Microsoft ha apostado fuerte por evolucionar un título que ha sufrido en ocasiones las dudas de crítica y público por unas expectativas exacerbadas pero que sorprenderá a propios y extraños gracias a la dedicación y el oficio de Lionhead.

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