El ejército estadounidense ha anunciado que comienzan a trabajar en un nuevo proyecto dotado de 50 millones de dólares para desarrollar un videojuego extremadamente real que sirva para entrenar a sus soldados. Este presupuesto, que forma parte de una partida a cinco años a partir de 2010, permitirá preparar una unidad de adiestramiento basada en videojuegos en la que soldados repartidos por todo el globo podrán jugar en línea. Uno de los militares encargados del proyecto, el teniente coronel Gary Stephens, comentó que esto no es un juego: "El ejército se toma esto en serio".
Bajo el nombre de "Games for Training", este nuevo programa se dedicará a instruir soldados, pero los juegos que se creen no saldrán a la venta ni servirán para reclutar o promocionar el ejército, algo de que lo que sí dispone nuestro ejército en la página soldados.com, en la que hay algunos juegos promocionales que puedes probar.
Al presupuesto además hay que añadirle la compra de sistemas de juegos, consolas y PCs, de última generación. Esta situación contrasta con las penurias de los desarrolladores "civiles". Sus videojuegos, joyas como Call of Duty o ArmA no parecen ser suficientes para el ejército, que necesita hacer un videojuego a su medida.
El videojuego que preparará el ejército deber contar con la última tecnología, incluyendo muchos más participantes online a la vez, control total sobre el terreno y la modificación de los escenarios y la capacidad de grabar las partidas para poder revisar con el instructor las tácticas y decisiones que se han tomado en el campo de batalla.
El ejército estadounidense contará al final del proyecto con 70 sistemas de juegos colocados en 53 ubicaciones de Estados Unidos, Alemania, Italia y Coreal del Sur. Cada equipo contará con volante, cascos y ratón y en él los soldados podrán pilotar vehículos virtuales, disparar, controlar vehículos sin tripulación a distancia y prácticamente todo lo que un soldado puede hacer en combate en un ingente terreno de 100 por 100 kilómetros. El objetivo es reproducir todos los escenarios posibles, desde lucha urbana a selva, y que la imaginación sea el único límite.