Distintas fuentes están adelantado al portal norteamericano Kotaku, que todo el personal de TimeGate Studios, esos valientes e inocentes que aceptaron el reto de desarrollar un juego en 4 meses, estaría ya en la calle en vistas del inminente cierre y consecuente desaparición del estudio.
Todo comenzó en el mes de marzo cuando, tras las duras críticas recibidas por prensa y público de Aliens: Colonial Marines, se vieron obligados a realizar una reestructuración interna que dio con parte del equipo despedido. A veces no cumplir con un determinado nivel de calidad provoca que no se perciban ciertas cantidades económicas con las que se cuentan inicialmente, y esto hizo que tuvieran que alinear costes. Poco después Southpeak tuvo éxito en su apelación sobre la propiedad de la licencia de Section 8. Originalmente TimeGates demandó a Southpeak por irregularidades con la licencia, y por cuestiones del destino la inicial demanda se volvió contra ellos teniendo que abonar 7,35 millones de dólares por daños y perjuicios, una cantidad que no poseen. Como eran insolventes tuvieron que acogerse a la bancarrota para intentar vender sus activos y poder pagar sus deudas, y parte de este proceso ha dado con el fin del estudio.
Mientras, Sega ha anunciado que sus ingresos netos han mejorado un 53% respecto a hace un año, y las ventas netas también se han incrementado un 18,7%. Al final, han conseguido vender 1,3 millones de unidades de Aliens: Colonial Marines, el juego que más ventas les han deparado en este último trimestre. También se destacan las ventas de Sonic & All-Stars Racing Transformed con 1,3 millones, Football Manager con 940.000 unidades, el juego oficial de los JJ.OO de Londres con 680.000, Yakuza 5 (sólo Japón) con 590.000 y con 2,5 millones de suscriptores a Phantasy Star Online 2.
Si haciendo un juego malo se aseguran tantas ventas, ¿para qué apostar por la calidad?
